Respuestas a Kevin Kelly: ¿La mente humana crea la tecnología?
Tras escuchar la TED Talk de Kevin Kelly (2010) sobre el desarrollo y sus reflexiones de la tecnología, hubo una frase que no pudo salir de mi cabeza: “la tecnología es cualquier cosa útil creada por una mente”. Y si bien nunca negó el carácter de reconversión que genera la tecnología en nuestra mente, la omisión de esa idea, acompañada de su visión del progreso como algo incontrolable, que no debe hacer pausa en su desarrollo, a mi parecer coloca al humano en un campo de juegos llamada Tierra, donde es omnipotente y superior en el ecosistema, por su simple condición de ser tecnificado.
Desde la antropología evolutiva y las neurociencias hay estudios de casos que nos permiten repensar para complementar la idea de tecnología como un producto de la mente. Kelly mencionó la creación del lenguaje-valdría la pena discutir si la tecnología más importante de la historia-, podemos suponer por sus premisas que por creación de la mente, sin embargo yo pondría en duda esta afirmación y de la misma forma mis conclusiones van en un sentido contrario a las del director de la revista Wired. El primer caso sucede en 1991 en el cual Sue Rubin, una joven californiana con autismo, utilizó un tablero con teclas alfabéticas para comunicarse; desde que empezó a utilizarlo se convirtió en una alumna sobresaliente, pudiendo estudiar historia y adquirir un amplio grado de independencia (Bartra, 2014). Esa tecnología mediadora del lenguaje-otra tecnología-permitió y facilitó su desarrollo personal. La tecnología recreo la mente de Sue, aunque también es cierto que esa tecnología fue creada por otra mente, sin embargo la idea del humano, como el déspota creador no dependiente de algo más que de sí, parece no tener tanta coherencia.
Un segundo caso sería el de Genie, una niña de los setentas que había sido encerrada con una camisa de fuerza por su padre, separada del resto de su familia teniendo prohibido hablar, desde que tenía 20 meses hasta sus 13 años cuando todo lo anterior salió a la luz (Bartra, 2014). Prácticamente no hablaba, pesaba 27 kg, medía 137 centímetros ,entre muchas otras cosas. Genie fue llevada a un hospital donde recibió cuidados y se le pretendió enseñar algunas palabras, aunque sus capacidades verbales no pudieron desarrollarse demasiado. Años después, lamentablemente falleció en depresión. Antropólogos como Roger Bartra (2014) postulan que la carencia de entorno social afecta las capacidades de estímulos neuronales, denominando a estas herramientas “prótesis culturales”que ayudan a la formación y desarrollo cerebral. Creo que el ser humano es un ser social tecnificado, es decir no somos solo por nuestra capacidad de crear y recrearnos con la tecnología, sino también por nuestra condición de ser individuos por el hecho de formarnos como sociedad.
Presentando ambos casos, llego a la siguiente conclusión: el progreso de la tecnología no puede ser ilimitado y descontrolado, porque si nuestro mismo desarrollo se reconfigura conforme avanza la tecnología nuestra especie iría descontrolada, como en un tren sin frenos, donde para sorpresa de Kelly, no se encuentra en un campo de juegos donde el tren puede seguir su curso infinitamente, sino que se ubica en una Tierra que cada vez está sumida en una mayor crisis ambiental. Ese juego termina por ser una ilusión donde el que lleva el mando no es el ser humano, sino el Planeta Azul. La Tierra existió antes que nuestra especie y seguirá haciéndolo sin nosotros por varios millones de años, pero nuestro capricho significaría un cambio brutal e innecesario para un ecosistema completo.
En pocas palabras y continuando con la frase de Kelly con la que empecé esta reflexión: “la tecnología es cualquier cosa útil creada por una mente y que su utilización recrea a la vez, la mente”. De esta forma las tecnologías no son algo incontrolable que debe crecer acríticamente, puesto que forman parte de la condición humana y por lo tanto de la condición social. Nuestra especie es interdependiente de su configuración colectiva, así como de las tecnologías, esto no la hace superior a otras especies (quizás pueda ser en ciertos aspectos más interesante y compleja) y mucho menos la hace superior a su entorno; y de todas formas, si eso nos hiciera superiores no sería argumento suficiente para justificar los desastres que produce el progreso sin control que plantea Kelly.
Como estudiante de Gestión Pública que le interesa el bienestar social, así como la evolución de nuestra especie, me surgen las siguientes preguntas: ¿Qué tecnologías facilitarán la cooperación social para la regulación de las mismas tecnologías?¿Qué mediadas tendrían que generarse para crear esos espacios que permitan el pleno desarrollo de la condición humana? ¿En algún momento esa difuminada barrera entre tecnología y mente no existirá? ¿Qué daños han sido consecuencia de visiones como las que tiene Kelly sobre el progreso y la condición superior de la humanidad?
Quizás la lección más importante para mí de este blog-respuesta sería un ejercicio de humildad ante las limitaciones de nuestra especie, la cual es social, tecnificada y parte de este planeta.
Texto escrito como reflexión para el blog de la clase: Ética, Ciencia y Tecnología. ITESO, Otoño 2020.
Referencias:
- Bartra, R. (2014). Antropología del cerebro: Conciencia, cultura y libre albedrío (2.a ed.). Ciudad de México, México: Fondo de Cultura Económica.
- Giordano, L. (2015, 14 junio). Why We Speak [Ilustración]. Recuperado de https://www.theatlantic.com/business/archive/2015/06/why-humans-speak-language-origins/396635/
- TED. (2010, 22 febrero). Kevin Kelly tells technology’s epic story [Archivo de vídeo]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=GS1xL1qcBa4