Marx y la mitología del algoritmo
La verdad no estaba muy seguro sobre qué escribir esta semana, no porque sea una obligación, sino porque en general el tema de los algoritmos es algo que para aquel que no estudia una ingeniera o hace programación son como algo lejano y raro, como habíamos dicho en clase sobre los conceptos de “Internet” o “Estado”. En mi caso particular no me encuentro tal alejado de los mismos, pero tampoco es un tema del que me sienta seguro de emitir una opinión; aclaro, me interesa mucho aprender. Actualmente soy becario en un laboratorio de análisis de datos, me he acercado a ellos, así como en una clase nos enseñaron elementos básicos para realizar modelos de regresiones lineales, pero estoy seguro que habrá más gente en este salón que sepa y entienda mucho más sobre ello que mi persona. Si algo he aprendido con lo poco que conozco del tema es sobre su relevancia para nuestro presente y creo que ahí si puedo profundizar un poco más en mi reflexión, en la necesidad de su democratización-algo que bueno, ya es constante en todas mis entradas.
Humberto Beck (2020) formuló un replanteamiento de la “Dialéctica de la Ilustración” de Max Horkheimer y Theodor W. Adorno: “Los algoritmos devienen en mito, pero la mitología misma ya era algoritmo”. Lo anterior quiere decir que en primer lugar, los algoritmos en la actualidad son símbolo (mito) del orden y control aparente que tenemos de la información y por lo tanto de las decisiones; como a la vez la mitología fue la primera forma de organizar y procesar grandes cantidades de información, un proto-Big Data. Para mí esto explica algo ya discutido en clase: 1) creemos en los algoritmos, así como en las formulaciones matemáticas dogmáticamente, siendo estas en realidad reflejo de nuestros límites y sesgos como sociedad, 2) son a la vez un símbolo de poder, son esa lengua franca necesaria para desarrollarte en el mundo contemporáneo pero que a la vez no todos tienen acceso a la misma; 3) ver a la mitología como un algoritmo, también nos permite concebir que ha habido otras formas de procesamiento y articulación de información que no viene de la ciencia tradicional, quizás eso nos ayuda a desidealizar al algoritmo como una forma mejor, y vislumbrarla como una herramienta con diversos límites y capacidades, que se pueden articular con saberes tradicionales o que suelen no estar ligados a la programación y la informática para generar bienestar social.
Beck (2020), también plantea la siguiente pregunta: “¿El Marx del futuro podría ser, tal vez, un programador? “. Y bueno, más allá de las particularidades, así como las disputas entorno a la figura del filósofo alemán, creo que lo importante de la interrogante es preguntarnos si las siguientes críticas y movilizaciones ante el status quo serán realizadas por personas que manejen el Big Data, los códigos y la programación. Mi respuesta es que sí, inclusive es necesario que formen parte de ello, pero también creo que el siguiente Hitler también puede ser un científico de datos. Por lo mismo, volviendo a lo que decíamos anteriormente, el algoritmo no es en sí mismo ni revolucionario ni totalitario, si queremos que responda a necesidades democráticas, debemos democratizarlo. Imaginemos que en ingenieras den también clases de codificación y datificación crítica, de movilizaciones digitales, de algoritmos y género; o que a quienes estudiamos temas sociales veamos cursos donde abordemos Internet como espacio político, programación y políticas públicas, derechos digitales como derechos humanos. Escribiendo esto me sorprende que no sean temas que hablemos comúnmente en la universidad. Imaginemos, mejor aún, que podamos fortalecer este conocimiento con quienes no tienen la opción de estudiar, crear redes de Internet comunitarias o talleres sobre cuidado de nuestra información en redes sociales. Son ideas vagas, pero creo pueden servir de material para cimientos más firmes, como dije este tema no es mi fuerte, pero si veo una necesidad de transformación.
Como estudiante de Gestión Pública, me quedo con un compromiso con aprender más del tema, así como para generar espacios donde quienes tienen iniciativas y les mueve el tópico, abonen para que construyamos alternativas. De momento ya le solicité al profesor que nos enseñó elementos básicos de R, cómo puedo seguir formándome, ya me recomendó una clase, espero en siguientes semestres tomarla. A su vez, me alegra mucho que esta reflexión y clase, coincidió con otro texto que escribí para el espacio político en el que milito, donde hice un llamada a fortalecer espacios de pedagogía y formación, dialogando con algunos amigos que conocen mejor los algoritmos y el Big Data, les movió y quizás pronto haya algún proyecto para hablar de estos temas, me alegra mucho el corazón. Sin embargo, sé que no será todo esto suficiente, porque la democratización debe ser colectiva, por ello si alguien más lee esto, le invito a activarse y democratizar el algoritmo.
Texto escrito como reflexión para el blog de la clase: Ética, Ciencia y Tecnología. ITESO, Otoño 2020.
Referencias
- Beck, H. (2020, 2 enero). Dos décadas del nuevo siglo: breves apuntes para un balance. Otros Diálogos. https://otrosdialogos.colmex.mx/dos-decadas-del-nuevo-siglo-breves-apuntes-para-un-balance
- Falussy, B. (2O19–05–02). What accessibility means for a high-end publishing platform like Chorus [Ilustración]. VoxMedia Product. https://product.voxmedia.com/2019/5/2/18523820/what-accessibility-means-for-a-high-end-publishing-platform-like-chorus