Los dominios del saber ante una realidad compleja

Juan Pablo Martínez Díaz
5 min readSep 10, 2020

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En este semestre he podido profundizar conexiones que me sorprenden el no haber generando con anterioridad, por su importancia y urgencia. Creo hay conexiones entre mis clases de macroeconomía, bases biológicas de la conducta, actores y procesos de las políticas públicas, teoría del desarrollo, además de ética, ciencia y tecnología. Estas materias, parecieran desconectadas, pero esa es una narrativa, un dominio del saber, la cual quiero cuestionar. He profundizado más desde el cuestionamiento de Dani en clase hacia otros compañeros que no forman parte del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos: “deberían estar ustedes en el Congreso”, parafraseando su llamado.

Michel Foucault, en la primera conferencia de su curso “La Verdad y las formas jurídicas” (1984) presenta su teoría del conocimiento, la cual define a partir de los dominios de saber. Postula que el sujeto es construido a partir del conocimiento, así como este a su vez es construido por el control y la vigilancia. De esta forma, hay tantos sujetos como formas de conocer; sin embargo estos sujetos-conocimientos van a estar limitados por la política y la economía, ya que han sido “aquello(s) (medios) a través de lo(s) cual(es) se forman los sujetos de conocimiento y en consecuencia, las relaciones de verdad”, puesto que son los medios de control, como a la vez de vigilancia por excelencia (Foucault, 1984).

(Baldoureaux, 2018)

Lo que quiero postular aquí es que el conocimiento ha derivado de una política de características tecnocráticas y economicistas, que ha procurado la especialización del trabajo, así como el fraccionamiento del conocimiento como algo funcional para la sociedad. ¿Cuántas veces hemos escuchado comentarios como “y por qué llevo X materia que no tiene relación con lo que estudio o no lo voy a aplicar”? En mi opinión se nos ha cercado la capacidad de crear y fortalecer puentes entre distintas disciplinas, a diferencia de siglos anteriores donde los que estudiaban eran estudiantes “totales”. Inclusive, agregaría, que esa adquisición del conocimiento se ha considerado solo como legítima cuando viene de la academia, y no de los saberes prácticos, como postularía Boaventura de Sousa Santos (Elorduy, 2018). También hay que tener en cuenta que quienes podían hacerlo en el pasado gozaban de un privilegio respecto el resto de la población, así como el hecho de que en la actualidad muchas ramas del conocimiento se han complejizado, haciendo prácticamente imposible abarcar el estudio de todas esas áreas.

Sin embargo, contrario a este dominio del saber, la realidad es distinta, debido a que es un sistema complejo, en términos de lo propuesto por el filósofo y sociólogo francés Edgar Morin (1990). Por el adjetivo “complejo” no hace referencia a “complicado”, sino a un sistema interdependiente en el cual subsisten y se relacionan distintas lógicas de una totalidad (Barberousse, 2008). En este sentido postula que el pensamiento “simplificado”, en el cual una disciplina tiene prioridad absoluta sobre las demás, es lo que verdaderamente haría complicado el análisis de la realidad, debido a su insuficiencia para abordar las interconecciones. Por lo tanto, es necesario partir de que el conocimiento es abierto, inconcluso y está en constante reconstrucción; lo cual desembocaría en que la toma de decisiones, producto de tal conocimiento complejo, también debe ser interconectada, abierta y en reconstrucción. El paradigma de la complejidad establece interrelaciones e intercomunicaciones reales entre las diversas disciplinas, especialistas, metodologías, realidades, así como lenguajes específicos (Barberousse, 2008).

El físico y filósofo austriaco, Paul Feyerabend (2004), expresó que “una sociedad libre es una sociedad en la que todas las tradiciones tienen iguales derechos e igual acceso a los centros de poder […] (esto) no solo es justo, sino lo más conveniente”. De esta forma, el paso a entender la realidad como un sistema complejo, implicaría la necesidad de la multidisciplinariedad e interdisciplinariedad para la adquisición de conocimiento y por lo tanto su necesidad para la toma de decisiones; siendo de esta forma un valor central en los procesos de democratización de la sociedad.

La disputa de lo público debe realizarse en distintos espacios articulados entre sí, que se complementan e incluso que en ocasiones disienten. Esa es una de las razones por las cuales decidí estudiar política, ya que la misma requiere, para su funcionamiento común, de la cooperatividad de múltiples visiones del mundo, de áreas del saber, de tradiciones. Al final las clases que mencioné al inicio exponen con mayor claridad sus conexiones: desde cómo el sistema nervioso reconfigura al ambiente (y viceversa), dando paso a cómo el contexto histórico facilitará o impedirá procesos económicos, definiendo entonces cómo percibimos lo que es el desarrollo en función de esa historia económico-social, pasando finalmente a cómo las políticas públicas requieren de participación ciudadana, la cual es múltiple y compleja por su realidad. De las neuronas, al sistema mundo, podría ser otro título para este blog.

Como estudiante de Gestión Pública y Políticas Globales me llevo las siguientes preguntas: ¿Cómo hacer para que actores que se consideran a sí mismos apolíticos (ya que no lo son) decidan participar activamente en una transformación social (no necesariamente participando en contiendas electorales o en los congresos,ni siquiera en manifestaciones, sino desde cambios en su forma de operar en la cotidianidad)? ¿Cómo hacer para quienes estudiamos el poder (internacionalistas, politólogos, abogados, juristas, gestores) decidamos pensar más allá de nuestra área y abrir lo público? Quizás se pudiera resumir en ¿cómo hacer o fortalecer esos puentes para una multidisciplinariedad?

Hacer que esa política y esos saberes sean múltiples y abiertos.

Texto escrito como reflexión para el blog de la clase: Ética, Ciencia y Tecnología. ITESO, Otoño 2020.

Referencias:

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Juan Pablo Martínez Díaz
Juan Pablo Martínez Díaz

Written by Juan Pablo Martínez Díaz

Gestión Pública y Políticas Globales en ITESO. Pesimista esperanzado. Saude. Ciencia(s). Municipalista tapatío. Planificar la utopía.

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