La irrupción cognitiva del populismo
Redescubriendo la política VI:Sobre VOX y análisis cognitivo aplicado a la política
Ha terminado el #28A y las Elecciones Generales han mostrado uno de los porcentajes más grandes de participación en la historia de la democracia española (75,75%). El Partido Socialista llegará a la Moncloa por medio de posibles coaliciones, ya sea con Unidas PODEMOS y demás partidos regionales o sumando a estos últimos los partidos de corte independentista catalanes y vascos; los Populares liderados por Casado caen estrepitosamente y Albert Rivera con Ciudadanos ganan escaños pero quedan lejos de las expectativas que se vislumbraban hace apenas un año. VOX, los protagonistas de estas elecciones irrumpen en el escenario político español ganando 24 curules, lejos de los números de los últimos días; sin embargo simbolizan una victoria en una disputa mucho más profunda que hasta hace poco no se imaginaba más allá del Congreso de los Diputados.
VOX, liderado por Santiago Abascal, traía de regreso al debate público el miedo a la extrema derecha. Salidos del PP, se posicionaron con un discurso que giraba al rededor de la ampliación del uso de armas en legítima defensa en un contexto de baja criminalidad e inseguridad, declarándose anti-feminista, anti-independentista, anti-migración, con simpatizantes románticos del Franquismo e islamófobos. Tras las elecciones andaluzas, donde consiguieron 12 escaños y sacaron al PSOE del gobierno, los principales partidos ibéricos no tardaron en reaccionar ante las amenazas. A los gritos y acusaciones de fascistas, se unían tanto PODEMOS, como el Partido Popular, el PSOE y Ciudadanos. Lo que les falló en el cálculo es que eso precisamente esperaban los rojigualdos. Envolviéndose en la bandera y bajo el llamado a los compatriotas a recuperar la grandeza de su nación, los ataques tanto de la izquierda, como de la derecha, sólo pintaban un escenario que colocaba a ambos como más de lo mismo. Las negativas a invitar a Abascal a los debates, inclusivo a nombrarlo en los mismos, los ataques y gritos que recibieron los simpatizantes de VOX, sólo sumaron a su causa.
VOX nació en respuesta a PODEMOS, en respuesta a la búsqueda del Referéndum Catalán, en respuesta a los malos manejos de populares y socialistas, VOX nació como parte de la ola nacional-populista europea. Ahí nació el partido, pero sus ideas han estado ahí siempre, y siempre lo estarán; necesitaban un catalizador. “España unida jamás fue vencida y jamás lo será” proclamó Abascal tras conocer los resultados del #28A. Los votantes de VOX, no son fascistas (claro que existen cuadros con dicha ideología y prácticas), son conservadores, que no es lo mismo. Anteriormente el PP acapara desde el centro hasta la extrema derecha, ahora ese voto se ha fragmentado, pero no hubiera sido posible sin las causas antes mencionadas para agruparlos. Los sentimientos a los que responden los conservadores son rasgos intrínsecos compartidos por los miembros de la humanidad. “A los conservadores les importa mucho más las cuestiones morales relacionadas con la lealtad.
(por ejemplo, el patriotismo y el nacionalismo), la autoridad (por ejemplo, la ley y el orden, el respeto por los padres y la policía), y pureza (por ejemplo, restricciones religiosas y tradicionales sobre la sexualidad y el uso de drogas;
percepciones de decadencia moral en general)” escribió Jonathan Haidt en la elaboración de su Moral Foundation Theory.
Haidt en su MFT busca un diseño para explicar tanto la variedad como la universalidad de los juicios morales. Partiendo de 4 premisas fundamentales:
1) Hay un primer borrador de la mente moral.La mente no es un pizarra en blanco; se organiza antes de la experiencia. Los procesos evolutivos crearon un primer borrador de la mente, que luego es editada por la experiencia. 2)El primer borrador de la mente moral se edita durante el desarrollo dentro de una cultura. MFT, también es una teoría cultural que describe el “proceso de edición” . 3) Las intuiciones son lo primero. Estos juicios son asociativos, automáticos, relativamente sin esfuerzo, rápidos y confiables. 4) Hay muchos fundamentos psicológicos de la moralidad. Debido a que hubo numerosos desafíos sociales adaptativos a lo largo de historia evolutiva, hay muchos fundamentos morales diferentes que surgieron en respuesta a esos retos. En “The Moral Roots of liberals and conservatives” (link del video en la parte superior) Haidt da un estudio de dichos valores según grupos con tendencias conservadoras o liberales y argumenta que dicho valores son legítimos y se encarnan en una manera de ver y vivir en sociedad, por lo que reducir a todos los votantes de VOX-y de cualquier partido de extremas-a protofascitas en una visión demasiado maniquea.
Para una lectura sobre los movimientos nacional populistas y la necesidad de un cambio de paradigma democrático escribí: El coraje de la verdad
Los votantes de VOX responden a sentimientos y justificaciones que compartimos todos los miembros de la humanidad, la lealtad reinvindicada en el patriotismo es una respuesta a su sentimiento respecto a su familia extendida, España, y siendo-según Abascal y sus partidarios- la principal amenaza para la misma los movimientos feministas, musulmanes, separatistas y podemitas, es completamente entendible que apoyen a las fuerzas de extrema derecha. Llamarlos fascistas por proteger tales sentimientos sólo justifica y reivindica el apoyo a VOX. ¿Qué pasaría si en vez de perder tiempo en las penurias o llamando franquistas a los simpatizantes se mostraran otros sentimientos u otros discursos que también los identificasen y no tomarán esos chivos expiatorios? ¿Qué pasaría si se muestra con políticas públicas que su sentir es normal, pero que hay otras opciones para solucionarlo? No todo votante de VOX es la reencarnación de “el Caudillo” (aunque claramente todo simpatizante franquista es votante de VOX). El panorama político es mucho más complejo, y si su meta es superar las diferencias-sin olvidarlas- tal precepto debe estar claro.
“Nuestros diputados serán la única oposición ante lo políticamente correcto, ante el totalitarismo […] unos cuentan votos, nosotros voluntades […) ¡Puidgemont a prisión!” proclamaba Javier Ortega-Smith, secretario general de VOX, en su discurso posterior a los primeros resultados de las Elecciones Generales. El Partido Socialista Obrero Español podrá haber ganado el Gobierno, PODEMOS y la izquierda pudieron haber hecho que en muchas provincias ganadas por la derecha en 2016 fueran ahora obtenidas por las izquierdas en respuesta a la presencia de la extrema, pudieron haber borrado prácticamente del Parlamento Catalán y Vasco al PP; pero si las principales razones de un partido nacional-populista como VOX que es capaz de ganar 24 escaños y condicionar el debate electoral a modo en sus primeras elecciones en un país que se pensaba imposible de volver a un régimen que lo destruyó en el siglo XX, son las decisiones de PODEMOS, el Referéndum catalán y las políticas de los dos grandes partidos españoles, francamente no hay demasiado que festejar y lo único que hay es una victoria pírrica.
Los partidos deben cambiar su discurso y entender que la política empieza por los sentimientos que se originan en el cerebro de las personas; su principal misión ante las extremas y cualquier movimiento antidemocrático es entender esto y que si quieren frenarlo, debe ser por medio de más y mejor democracia, interna y externa, escucha, diálogo y mejora en sus políticas públicas; ya que la ausencia de las mismas fue la principal causa de la irrupción de VOX. La disputa política es una disputa por los principios más profundos de la moralidad humana, y siendo demócratas es como hay que afrontarla.