El reclamo de lo popular
¿Bajo qué contexto cultural, científico y técnico se desenvuelve la post-verdad? fue una de las preguntas que analizamos en clase. En el equipo que estaba respondimos a esta pregunta analizando a este fenómeno más como una consecuencia de una realidad social particular. En esta reflexión trataré de seguir la argumentación que ya señalábamos en clase, ilustrando más a detalle el caso del Reino Unido con el Brexit, así como una relación con lo ya reflexionado en otras entradas.
Todo empezó cinco años antes cuando en 2015 el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, convoca un referéndum para decidir si el país debe seguir formando parte de la Unión Europea . En 2016, los partidarios del Brexit ganan con un resultado ajustado: el 51,9% de los votos-formados principalmente por los partidos: Conservatives, UKIP y una división de Labour. Tras el referéndum, la sociedad británica queda muy dividida y el primer ministro, David Cameron, anuncia su dimisión (Ros, 2020). En 2016 Theresa May sustituye a Cameron como primera ministra, la cual activó el artículo 50 del Tratado de Lisboa, hecho que marca el inicio de las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea, teniendo 2 años para elaborar un plan; cuyo objetivo no rendiriía frutos hasta 2020, ya con Boris Johnson como MP-exalcalde de Londres y uno de los principales brexiteers (Ros, 2020). “Goodbye” pronunciaba Nigel Farage y los demás miembros del Brexit Party, mientras ondeaban la Union Jack, en el último día que partidos británicos harían presencia en el Parlamento Europeo (Deacon, 2020).
Entendido un poco más el panorama global del suceso, en lo que me quiero enfocar es en el papel del referéndum, no como mecanismo de participación ciudadana, sino como símbolo de una exigencia más profunda que la salida de la UE. “Let´s take back control” era la frase que encuadraba la narrativa de quienes apoyaban el Brexit, haciendo principalmente referencia a recuperar el control de la economía y de las fronteras que antes poseían; sin embargo si comprendemos que este slogan estaba acompañado del impulso del referéndum, toma otro sentido. Hay un combate a una élite política y económica, que no solo era la que se encontraba en Bruselas, sino en el mismo parlamento británico, pues se encontraba alejada de la población y de sus problemas, derivando en una desconfianza institucional y acciones gubernamentales que no le hacen sentido a la mayoría de la población. Recuperar el control no era entonces solo un reclamo de la soberanía británica, sino de soberanía de lo popular ante las élites, esto lo supieron aprovechar muy bien los partidos a favor de la salida de la comunidad europea. Hablar sobre si los referéndums son el mejor mecanismo de participación ciudadana y bajo que temas son legítimos utilizarlos es otra discusión interesantísima pero que no pretendo analizar en este momento, quedémonos solo con lo que simboliza.
Arron Banks, financiador de Leave.EU señaló que lo diferencial en su campaña era que trataban de conectar emocionalmente con las personas que pudieran identificarse con sus promesas de campañas, a diferencia de la campaña de “Remain” que se centraba solo en datos (D’Ancona, 2018). A su vez, Michael Gove, Secretario de Justicia en el gabinete de Cameron, decía que “las personas de este país han tenido suficiente de expertos” (D’Ancona, 2018). Este hartazgo no es el único factor necesario para que denoten sociedades donde prolifera la post-verdad, pero sí podemos concluir que sociedades donde las decisiones son tomadas de manera jerárquica por élites políticas alejadas de la realidad, donde el conocimiento solo se considera como válido si proviene se alguien con un perfil científico determinado-como postulaba Boaventura-, donde las acciones de gobiernos, derivadas de un diagnóstico errado por la naturaleza tecnocrática de los mismos- han resultado insuficientes para resolver los problemas de la población, donde las desigualdades entre quienes están en los centros de poder y las personas comunes, son un caldo de cultivo idóneo para la post-verdad, de la cual se sirven las narrativas xenofóbicas y discriminatorias para llegar a los cargos de poder.
Creo firmemente que si bien es necesario atacar la desinformación con estrategias como el fact checking, no serán nunca suficientes porque los hechos no pueden contra una realidad donde ha proliferado la falta de empatía, solidaridad e identidad que pregonaba como principal atributo la neutralidad de la técnica. Como estudiante de Gestión Pública me interpela a hacer una política plenamente colaborativa y popular, donde no haya cabida a un deslinde entre lo político y lo común. De manera más concreta, primero hacer política más pedagógica, considerando que muchos no conocen ciertos fenómenos que estudiamos quienes nos especializamos en este tema, así como sabiendo que no a todos le resultan interesantes; segundo, abriendo procesos para la participación de personas que provienen de distintas realidades a los centros de toma de decisión, facilitar mecanismos de transparencia, consulta y propuesta. Tanto la apertura de las instituciones, así como el acceso a los centros de poder y el reconocimiento de otros conocimientos son acciones necesarias para que tengan legitimidad y que no sean terreno de cultivo para la post-verdad.
Las preguntas que me surgen a partir de este último párrafo son: ¿Qué es urgente que hagamos pedagogía quienes estudiamos la política? y ¿Cómo hacer para acércanos a formar parte de estos procesos interdisciplinarios de mutuo aprendizaje y no llegar como los salvadores que tienen una fórmula que debe ser evangelizada?
Texto escrito como reflexión para el blog de la clase: Ética, Ciencia y Tecnología. ITESO, Otoño 2020.
Referencias
- D’Ancona, M. (2018). Post-Truth: The New War on Truth and How to Fight Back. Ebury Press.
- Deacon, M. (2020, enero 29). On an emotional last day in Brussels, Nigel Farage had this message for the EU… and they didn’t like it one bit. Recuperado 1 de junio de 2020, de https://www.telegraph.co.uk/politics/2020/01/29/emotional-last-day-brussels-nigel-farage-had-message-eu-didnt/ (Enlaces a un sitio externo.)
- Ros, L. (2020, enero 28). Los momentos clave del Brexit. Recuperado 1 de junio de 2020, de https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20190123/454234868008/momentos-clave-brexit-cronologia-interactiva.html
- Thibault, S. (2019, 24 octubre). Why ‘the will of the people’ is a myth in British democracy [Ilustración]. The Guardian. https://www.theguardian.com/commentisfree/2019/oct/24/will-of-the-people-british-democracy