Entre el arte y la cocina neural
Volviendo a la escritura semanal las preguntas que rondan mi cabeza proceden de la discusión en clase donde se plantearon un cuestionamiento que llamó mi atención: ¿Qué fue antes, la tecnología o la ciencia? Si bien la respuesta que hubo en clase me pareció la correcta-aquella donde se mencionaba la posición de Kelly donde la tecnología tiene sus primeros exponentes en el dominio del fuego y en la elaboración de un lenguaje-, el trasfondo de la pregunta es lo que me hace reflexionar. La pregunta puede encerrar la necesidad de una respuesta dicotómica y en cierto sentido también presupone que la afectación de una hacia la otra es deliberada; en esto es lo que quiero profundizar.
Las tecnologías son producidas por la interacción entre nuestro sistema nervioso y su contexto, así como a la vez nuestro sistema nervioso-en particular nuestro cerebro- se forma a partir de la interacción entre las tecnologías y su contexto. La neurocientífica, Suzana Herculano-Houzel (2018) postula que nuestra ventaja en la selección natural se debe principalmente a tres razones: 1) “somos primates y a que, como tales, poseemos un cerebro construido de acuerdo con unas reglas de escala que hacen posible encajar un gran número de neuronas en un volumen relativamente pequeño, en comparación con otros animales”, 2) la cocción de los alimentos, y 3) Gracias a la rápida expansión cerebral que hicieron posible las calorías extras obtenidas por la cocción de los alimentos, somos la especie que tiene más neuronas en la corteza cerebral, área vinculada al razonamiento, la predicción y procesos mentales complejos. Me centraré solo en el segundo factor, la cocción de alimentos, la cual está relacionada al manejo del fuego, aquello que ya habíamos establecido como una tecnología. Por lo que esta tecnología permite el desarrollo de un cambio en lo que consumimos (es un alimento tecnificado) y esto, incrustado en un ambiente cerebral propicio, desencadenó en el fortalecimiento de la corteza cerebral. La tecnología formando la mente y viceversa. Añadiría que puedo asegurar que ese consumo de alimentos no tenía la intención de desencadenas una revolución industrial, ni profundizar en el estudio de la mecánica cuántica; fue un proceso de situaciones que generó y fortaleció la interdependencia entre el cerebro y las tecnologías; algo similar existe en la relación ciencia-tecnología.
Siguiendo en el mundo de las neurociencias, quiero proponer reflexionar el caso del mítico Santiago Ramón y Cajal, el Nobel de Medicina español que descubrió que el cerebro estaba formado por células particulares, las neuronas y las células gliales. De joven mostró siempre un un interés en las artes, sin embargo, su padre lo forzó a ingresar a la escuela de medicina, situación que terminó por apasionarle debido a que los registros anatómicos se realizaban por medio de dibujos (Date un Vlog, 2020). Tras comprar su primer microscopio y empezar sus estudios médicos, conoció la tinción de Golgi, una reacción química que coloreaba células cerebrales aleatorias-permitiendo ver los detalles de una neurona completa sin la interferencia de otras (Klein, 2017). Ramón y Cajal refinó la técnica de Golgi y de ahí en más sus observaciones son historia; el nacimiento de la neurociencia moderna tras su teoría de la neurona (Klein, 2017). Sus trabajos artísticos han sido presentando en museos al rededor del mundo, siendo catalogadas como de las mejores en su estilo. Aquí podemos ver cómo la ciencia se convierte en arte, así como vemos el proceso de cómo el arte se transforma en ciencia; Cajal formó la ciencia mediante la cual entendemos nuestro sistema nervioso. No sabemos qué hubiera sido de las neurociencias si Cajal no hubiera gozado de tinta, papel y su microscopio; de lo que podemos estar seguros, es que el nacimiento de esta ciencia está ligado al uso de tecnologías y su combinación con la historia personal y el contexto de un científico español.
De toda la travesía neural mencionada podemos tener dos conclusiones: 1) la ciencia y la tecnología son interdependientes, pensar que una tiene mayor peso sobre la otra en términos generales es redundante, aunque el análisis de casos particulares nos pude dar especificaciones históricas donde una sea la causante más directa de la otra, y 2) estos procesos de interdependencia no necesariamente son deliberados y pueden tener un factor que en primera instancia pareciera ajeno al proceso-como la importancia del arte para Cajal o la cocción de los alimentos.
De esto reflexiono que no hay un despotismo absoluto de la ciencia a la tecnología o viceversa, así como tampoco existe una especie humana que forja deliberadamente su camino sin nada que se le interponga, sino que, teniendo margen de voluntad y decisión, está en un contexto geográfico, biológico y cultural que le transforma, así como la humanidad cambia ese contexto. Esto debería ser una dosis de humildad. Me surgen las siguientes preguntas: ¿Cuál será la relación entre los saberes no considerados científicos y la tecnología? y ¿Cuál será su interpretación de la relación entre estas?
Por último, como estudiante de Gestión Pública considero que la visión de un mundo con respuestas únicamente dicotómicas y un paradigma del pleno control deliberado humano de la realidad tiene una relación con narrativas políticas que han estructurado el poder para delimitar nuestra relación en el mundo, una especie de populismo cientificista (entendiendo populismo como una estrategia comunicativa) que polariza entre ciencia y no-ciencia (aclaro que obviamente sí podemos definir qué es ciencia y qué no, dependerá de nuestra definición de ciencia; lo perjudicial es el antagonismo irreconciliable y la posición de superioridad de una arbitrariamente sobre la otra), donde una élite académica conoce y tiene pleno control de la realidad; lo cual considero debe combatirse con una democratización del conocimiento y los centros de poder.
Texto escrito como reflexión para el blog de la clase: Ética, Ciencia y Tecnología. ITESO, Otoño 2020.
Referencias:
- Date un Vlog. (2020, 22 mayo). @Antonio García Villarán reacciona a obras artísticas de científicos [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=QALityQoPeE
- Herculano-Houzel, S. (2018, 13 junio). ¿Por qué el cerebro humano es especial? El Periódico. https://www.elperiodico.com/es/ciencia/20180322/por-que-el-cerebro-humano-es-especial-6710241
- Klein, J. (2017, 21 febrero). Santiago Ramón y Cajal, el hombre que dibujó los secretos del cerebro. The New York Times. https://www.nytimes.com/es/2017/02/21/espanol/cultura/santiago-ramon-y-cajal-el-hombre-que-dibujo-los-secretos-del-cerebro.html?auth=login-google1tap&login=google1tap
- Ramón y Cajal, S. (2018, 11 junio). Astrocitos del hipocampo del cerebro humano [Ilustración]. NOBBOT. https://www.nobbot.com/personas/ilustraciones-de-ramon-y-cajal/